Como resultado de la intensa lucha por conseguir independizarse totalmente de la corona española, O’Higgins, que en 1818 había sido nombrado director supremo de Chile, gobernó el país con poderes autoritarios hasta 1823, cuando la hostilidad popular contra su régimen le obligó a dimitir.
Se adoptaron dos constituciones (1823 y 1828) que intentaron organizar a Chile como una república, aunque las luchas por el poder entre diversas organizaciones mantuvieron a Chile inmerso en conflictos políticos hasta 1830. Ese año, los elementos conservadores al mando del general Joaquín Prieto organizaron una revolución y tomaron el control del gobierno; en 1831 Prieto se convirtió en presidente, aunque el personaje fundamental del gobierno fue Diego Portales , quien ocupó diversos cargos ministeriales durante la administración de Prieto.
En 1833 se adoptó una nueva constitución, que confería amplios poderes al Ejecutivo. En 1851 y 1859, los grupos liberales organizaron infructuosos intentos armados de arrebatar el poder a los conservadores.
A pesar de su carácter autoritario, el gobierno del Partido Conservador promovió una política interior que contribuyó sustancialmente al desarrollo comercial, minero y agrícola de Chile; se adoptaron medidas para explotar los recursos minerales, se construyeron ferrocarriles y se promovió la inmigración; además, se sentaron las bases del sistema escolar y se crearon instituciones culturales.
El principal acontecimiento en la política exterior chilena durante el periodo de predominio conservador fue la guerra que tuvo lugar en 1836 contra la Confederación Peruano-boliviana.
Gobierno liberal y guerras externas
Entretanto, en el Partido Conservador se habían producido divisiones como consecuencia de las desavenencias con la Iglesia católica. A partir de 1861, su ala más progresista, en coalición con el Partido Liberal, promovió una serie de reformas constitucionales, entre las que se encontraba la prohibición de la reelección presidencial consecutiva. Además se hicieron esfuerzos para promover el bienestar social, intensificándose asimismo el desarrollo de los recursos nacionales, en especial mediante la creación de nuevas vías ferroviarias, carreteras y un sistema postal.
En 1865, Chile se vio envuelto en una guerra entre España y Perú, en la cual participó por un fuerte sentimiento americanista en defensa de este último.
Poco después, Chile comenzó a explotar los valiosísimos yacimientos de nitratos del desierto de Atacama. Ante la intención de Bolivia de embargar las instalaciones salitreras del territorio, en febrero de 1879 el gobierno chileno ordenó la entrada de sus tropas en el puerto boliviano de Antofagasta; dos meses después Perú, aliado de Bolivia, declaró la guerra a Chile, iniciándose la Guerra del Pacífico .
Como consecuencia de su victoria en este conflicto, que acabó en 1883, Chile se anexionó un amplio territorio que englobaba las actuales regiones de Antofagasta y Tarapacá. Además, Perú cedió a Chile las ciudades de Tacna y Arica, a condición de que se celebrara un plebiscito diez años después para establecer la definitiva soberanía sobre las mismas.
Aunque ambos países no llegaron a un acuerdo en cuanto a las condiciones del plebiscito, las sucesivas negociaciones culminaron en 1929 (Tratado de Lima) volviendo Tacna a Perú y quedando Arica en manos de Chile.
En 1891, una parte considerable de las fuerzas políticas representadas en el Congreso organizaron una rebelión contra la administración del presidente José Manuel Balmaceda , líder del Partido Liberal.Guerra civil y catástrofes naturales
Bajo las órdenes del capitán Jorge Montt, oficial de la Armada, los rebeldes —que se autoproclamaron congresistas—, se hicieron con el mando de la flota chilena y controlaron las provincias del norte. En agosto derrotaron a un ejército gubernamental, tras las batallas de Concón y Placilla, en las cercanías de Valparaíso, que fue ocupada por los rebeldes, al igual que Santiago, con lo que la guerra quedó virtualmente terminada.
En el curso de la guerra civil se perdieron más de 10.000 vidas y fueron incalculables los daños materiales. Balmaceda se suicidó en septiembre. Poco después de la llegada de Montt a la presidencia, Chile ingresó en un largo periodo de pacífica reconstrucción.
Como concesión al sentimiento liberal que prevalecía en el país, Montt instituyó una serie de reformas, entre las que destacó la democratización del poder Ejecutivo. Los años siguientes estuvieron marcados por la creciente participación del pueblo chileno en la política, y por el incremento de la agitación política.
En agosto de 1906, un desastroso terremoto destruyó virtualmente Valparaíso y produjo graves daños en Santiago, muriendo más de 3.000 personas y quedando sin techo otras 100.000; no obstante, las regiones asoladas fueron rápidamente reconstruidas.
Población y Cambios Sociales
Chile era un país que se transformaba y cambiaba día a día, esto influyó en su población, ya que surgió con fuerza un proceso de urbanización.
En 1865, la población urbana representaba sólo un 21,8 por ciento de la población total del país que era de 1.819.000 habitantes. A finales de siglo ésta aumentó un 34,1 por ciento,siendo la población total del país 2.695.000 de habitantes. Esto se debió en parte a la ampliación de la red de ferrocarriles y a la creciente actividad económica, que permitió la creación de nuevas ciudades y pueblos con la consiguiente migración hacia ellos.
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